Visión Holística: Planificación Financiera en diferentes plazos.
La visión holística es un enfoque que busca comprender un sistema en su totalidad, reconociendo que todas las partes están interconectadas y se influyen mutuamente. Aplicado a la planificación financiera, este enfoque nos permite considerar tanto los aspectos a corto plazo como los de largo plazo de nuestra situación financiera.
Planificación Financiera a Corto Plazo
Esta planificación a corto plazo implica establecer metas y objetivos financieros que pueden ser alcanzados en un período de tiempo relativamente cercano, generalmente dentro de un año. Esto puede incluir la creación de un presupuesto mensual, el pago de deudas, el ahorro para emergencias y la planificación para gastos futuros.
Una visión holística de la planificación financiera a corto plazo implica considerar como nuestras decisiones financieras actuales pueden afectar metas y objetivos a largo plazo. Por ejemplo, si decidimos gastar más de lo que ganamos cada mes, es probable que no podamos ahorrar lo suficiente para alcanzar nuestras metas a largo plazo, como la jubilación o la compra de una vivienda.
Planificación Financiera a Largo Plazo
La planificación a largo plazo se enfoca en las metas y objetivos financieros que pueden llevar más tiempo alcanzar, como la jubilación, la educación de los hijos o la compra de propiedades.
Una visión holística de la planificación financiera a largo plazo implica considerar cómo nuestras decisiones y acciones actuales pueden influir en nuestro futuro financiero.
Es importante tener en cuenta que la esta planificación a largo plazo no implica simplemente ahorrar dinero, sino también invertirlo de manera estratégica. Esto implica considerar factores como el tiempo, el riesgo y la diversificación de inversiones para maximizar los rendimientos a largo plazo.
En resumen, la visión holística de la planificación financiera nos permite considerar tanto los aspectos a corto plazo como los de largo plazo. Esto implica establecer metas y objetivos financieros tanto a corto como a largo plazo, y tomar decisiones financieras y acciones que sean coherentes con esas metas. Al adoptar este enfoque, podemos asegurarnos de que nuestras decisiones financieras actuales contribuyan a nuestro bienestar financiero a largo plazo.